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miércoles, 5 de junio de 2013

Periostitis tibial

Lesiones comunes en atletas: La periostitis tibial

Qué es, y cómo prevenirla

¿Qué es la periostitis?

La periostitis, como su nombre indica es la inflamación del periostio, que es la unión entre un hueso (en este caso la tibia) y los gemelos, tíbiales y peronéos. Normalmente se localiza en la cara interna de la espinilla y la sensación es un pequeño dolor o pinchazo, como si te hubieras dado un golpe.





¿Por qué surge esta lesión? Hay varios aspectos a tener en cuenta:



  1. Superficie de entrenamiento inadecuada. Llámese asfalto o cualquier superficie endurecida.
  2. Escasa o nula preparación muscular del individuo. El gimnasio es necesario.
  3. Volumen y/o intensidad inadecuadas. Entrenar más de la cuenta o con más intensidad o incluso variar la carga de entrenamientos de una manera brusca nos puede llevar a la periostitis.
  4. Defectos biomecánicos. El exceso de pronación, la forma de nuestro pie (sobre todo si es cavo) y otros defectos de carga pueden ser causa directa de periostitis.
  5. Calzado inapropiado. Escasa amortiguación o falta de estabilidad.
  6. Escasos o nulos hábitos de tratamiento muscular. No acudir nunca al masajista puede salir caro, no estirar, etc.
  7. Hábitos de vida poco saludables. Trabajar de pie, el stress, mala alimentación, conducir muchas horas, etc. puede asociarse a diversas lesiones.

 ¿Cómo se previene?

Teniendo en cuenta los siete puntos mencionado anteriormente. Aparte de estirar todos los músculos que trabajamos en una sesión cuando termina ésta, podemos realizar estos estiramientos específicos para evitar la periostitis tibial.

También es de utilidad hacer ejecicios que fortalezcan los peronéos (no es un músculo que se suela trabajar en el gimnasio).



¿Cómo se trata?

Es fundamental ponerse en manos de un fisioterapeuta y, sobre todo, cesar de practicar la actividad que ha causado la lesión. O sea, que hay que dejar de correr. Está claro que a un atleta le duele esto, pero no hacerlo va a: 1) Impedir la cura, 2) Empeorar la lesión y 3) De no parar y tratar adecuadamente, puede causar una fractura por stress de la tibia.

Así que, ¡a cuidarse!


Agradecemos parte de esta información a la revista Runners